La carne vuelve a liderar los aumentos y anticipa un escenario de precios en alza

El proceso de desaceleración inflacionaria encontró un freno en los últimos meses a partir del fuerte incremento en el precio de los alimentos, con la carne vacuna nuevamente como principal protagonista. En apenas un mes, los valores en mostrador registraron subas superiores al 8% y los especialistas advierten que el fenómeno responde a causas estructurales que podrían sostener la tendencia en el tiempo.
Según datos del Indec, la inflación de noviembre fue del 2,5%, la más alta de los últimos seis meses, impulsada principalmente por el rubro Alimentos. Dentro de ese segmento, los cortes de carne mostraron incrementos muy por encima del promedio general. El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina informó que el aumento mensual fue del 8,2% y que, en términos interanuales, la suba alcanzó el 72,8%, muy por encima de la inflación acumulada.
El comportamiento no se replicó en otras proteínas animales. Tanto el pollo como el cerdo mostraron incrementos en línea con el índice general, lo que descarta que el ajuste esté directamente vinculado a un mayor consumo interno. Desde la Bolsa de Comercio de Rosario explicaron que la presión proviene mayormente del lado de la oferta, especialmente por el aumento en el precio de la hacienda en pie, que comenzó a registrarse a mediados de octubre.
En las últimas semanas, el valor del novillito liviano volvió a escalar cerca de un 10%, mientras que la carne en gancho también reflejó subas significativas. A esto se suman factores estructurales como la escasez de terneros, la retracción del stock ganadero en los últimos años y condiciones climáticas que favorecen la retención de animales en los campos, reduciendo la oferta para faena.
La Sociedad Rural Argentina coincidió en el diagnóstico y señaló que el sector atraviesa una etapa de transición profunda. Afirmó que los precios actuales reflejan un reacomodamiento luego de varios años de atraso frente a la inflación y advirtió que la recomposición del stock ganadero demandará entre dos y cuatro años, debido a los tiempos biológicos propios de la actividad.
Si bien en las últimas semanas no se observaron nuevos ajustes inmediatos, los analistas coinciden en que el escenario sigue siendo sensible y que los aumentos podrían trasladarse nuevamente al consumidor si continúan las presiones sobre la oferta.
Con información de Infobae




