Axel Kicillof quiere comprar Aerolíneas Argentinas pero destruyó la flota aérea bonaerense
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El gobernador de la provincia de Buenos Aires lanzó, en plena diatriba ideológica y con la idea de posicionarse como el principal opositor al presidente Javier Milei, promovió la idea de comprar la línea aérea de bandera. Sin embargo, cae sobre sus espaldas el no haber podido mantener siquiera la humilde flota bonaerense.
Por Santiago Sautel para REALPOLITIK
El estado de abandono de la flota de aeronaves del gobierno de la provincia de Buenos Aires es alarmante. Bajo la gestión del gobernador Axel Kicillof, deterioro ha alcanzado niveles críticos, dejando a la provincia sin capacidad operativa para vuelos sanitarios y otras funciones esenciales. Una historia de abandono y desinversión que, si bien se remonta a varias gestiones atrás, se incrementó preocupantemente durante la gestión kirchnerista.
El estado actual de cada aeronave es alarmante:
1.- Cessna Caravan LV-WMI: Fuera de servicio desde hace dos años.
2.- Cessna Caravan LV-WYZ: En servicio hasta anteayer, ahora inoperativo por un problema en el escape de la turbina.
3.- Beechcraft B200 LV-ZRG: Fuera de servicio por vencimiento de horas de los motores en enero de este año.
4.- Helicóptero BK117 LV-WRW: Fuera de servicio desde hace tres años y desmantelado.
5.- Helicóptero EC135 LV-YBT: Fuera de servicio desde hace dos años, sin horas en motores ni rotor.
6.- Helicóptero LQ-CLU: Era un helicóptero sanitario de última tecnología, pero fue convertido en patrullero y transferido a la policía.
7.- Helicóptero LQ-CLQ: En servicio, pero con numerosos sistemas rotos y con motores que vencerán en octubre de este año. Solo se utiliza para transporte VIP de funcionarios.
8.- Cessna Citation II: Fuera de servicio desde 2014, requiere una renovación total, incluyendo motores.
Un patrón que se repite
Entre estas historias particulares se cuentan algunas anécdotas que dan fe de la desidia del gobierno bonaerense. Por ejemplo, llama la atención el periplo recorrido por el Beechcraft B200 que, en el año 2022, el gobierno de Axel Kicillof compró a instancias de Sergio Berni, con el objetivo de trasladar funcionarios y, eventualmente, hacer las veces de avión sanitario.
Su compra estuvo revestida en polémicas, dado que Kicillof gastó 7 millones de dólares en la aeronave modelo 2020, unos 8.500 millones de pesos al tipo de cambio actual, lo cual era mayor al valor en mercado que el mismo aeronave cero kilómetro. En efecto, el mismo modelo salido de fábrica costaba, en aquel entonces, 5.5 millones de dólares. Tras el escándalo de sobreprecios, hoy el avión quedó fuera de servicio porque nadie prestó atención al hecho de que el vencimiento de hora de sus motores caía en enero de este año.
El resultado de esta desinversión y de la preocupante improvisación del gobierno bonaerense es que la provincia ha quedado sin vuelos sanitarios. La flota, compuesta por dos Cessna Caravan, un Citation II, un Beechcraft B200 y varios helicópteros, está completamente fuera de servicio. Las aeronaves que debían trasladar pacientes a centros de mayor complejidad han sido abandonadas o reasignadas a otras funciones, como el caso del helicóptero sanitario que fue convertido en patrullero durante la gestión de Sergio Berni en el ministerio de Seguridad.
De vez en cuando, el gobierno realiza algún traslado sanitario simbólico para mitigar el impacto mediático de esta situación, pero la realidad es que la falta de mantenimiento y la ausencia de inversión han dejado a la flota provincial en un estado crítico.
Un «Clío con alas»: La ironía de Kicillof
La falta de mantenimiento en la flota aérea de la provincia no es un problema nuevo, pero bajo la gestión actual ha alcanzado su peor momento. En un acto en Olavarría en el año 2021, el propio Kicillof comparó los aviones de la provincia con «un Clío con alas», en referencia al famoso auto del exjefe de Gabinete, Carlos Bianco. «Es un avión que no sé si cualquiera se subiría. Caen dos gotas y ya no sale», admitió el gobernador. Una frase que, lejos de ser una broma, expone la cruda realidad de la aviación provincial.
El deterioro de la flota no se debe a la antigüedad de las aeronaves, sino a la falta de mantenimiento y actualización de sus sistemas. Tanto Daniel Scioli como María Eugenia Vidal evitaron invertir en la flota provincial, prefiriendo alquilar aeronaves a privados por sumas millonarias. Kicillof no sólo mantuvo esta tendencia, sino que la agravó al desmantelar la infraestructura aérea de la provincia.
Kicillof y su idea de comprar Aerolíneas
La ironía no podría ser mayor. Mientras el gobernador no puede ni siquiera mantener la flota aérea provincial, amaga locuazmente con la idea de comprar Aerolíneas Argentinas. En un reciente anuncio, Kicillof aseguró que está dispuesto a adquirir la aerolínea de bandera, tras la decisión del gobierno de Javier Milei de avanzar en su privatización.
El gobernador delegó en su ministro de Gobierno, Carlos Bianco, la tarea de explorar alternativas con la Casa Rosada para que la provincia de Buenos Aires pueda adquirir la aerolínea. Sin embargo, la iniciativa no pasó de ser una declaración política sin sustento económico ni administrativo.
Si la provincia no puede pagar el mantenimiento de sus propios aviones, ¿qué ocurriría con Aerolíneas Argentinas si Kicillof materializara sus elocuencias? La falta de inversión y el abandono parecen ser la única política aérea que ha caracterizado a su gestión. Por seguro, la manifestada idea de comprar Aerolíneas no es más que una estrategia para posicionarse como el principal opositor a Milei, una frase de campaña para la tribuna.
Mientras tanto, la provincia de Buenos Aires se ha quedado sin flota aérea operativa y los ciudadanos que necesitan traslados sanitarios deben esperar soluciones improvisadas o depender del sector privado. Un verdadero «Clio con alas» que refleja el deterioro de la gestión aérea en la provincia.
Fuente: REALPOLITIK