Caso Pablo Grillo: el gendarme que casi mata a un fotógrafo dice ser “inocente”

Héctor Guerrero, el gendarme acusado de herir gravemente al fotógrafo Pablo Grillo durante la marcha de jubilados frente al Congreso en marzo del año pasado, aseguró este jueves ante la justicia que no tuvo intención de lastimar a nadie y que actuó “según el manual de uso del lanzagases”.

El problema: las pericias balísticas y los videos del operativo muestran lo contrario. Guerrero disparó en ángulo horizontal y directo a la gente, algo que los protocolos de la Gendarmería prohíben expresamente por su alto grado de peligrosidad y letalidad. Según la reconstrucción del disparo, el cartucho que impactó en la cabeza de Grillo nunca debería haber llegado hasta él si se hubieran seguido las normas.

El gendarme, con siete años de servicio y cursos de operaciones urbanas, explicó que recibió varios impactos de piedra y que otros compañeros también resultaron heridos, intentando justificar su accionar. Aún así, la víctima estuvo al borde de la muerte, con meses de recuperación por delante.

Fuera de los tribunales, familiares, colegas y periodistas llevaron adelante una clase pública y muestra fotográfica para visibilizar la agresión y exigir respeto por la libertad de prensa y el derecho a cubrir manifestaciones. Fabián Grillo, padre de Pablo, destacó la evolución de su hijo: “Ayer incluso discutió conmigo… y eso es bueno”, contó, aliviado por los avances tras meses de hospitalización.

El caso desató un debate sobre el uso de la fuerza, los protocolos de seguridad y la responsabilidad de las fuerzas de seguridad, mientras Guerrero insiste en que todo fue un accidente. La pregunta que queda en el aire es inevitable: si las normas estaban para proteger, ¿por qué un cartucho terminó casi matando a un periodista?

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba
Instagram