Comienza la veda electoral: qué se puede y qué no se puede hacer antes de las elecciones

 

La cuenta regresiva hacia las elecciones legislativas nacionales entra en una etapa clave con el inicio de la veda electoral, que comenzará este viernes 24 de octubre a las 8:00 y se extenderá hasta el domingo 26 a las 21:00, tres horas después del cierre de los comicios.

De acuerdo con lo establecido por el artículo 71 del Código Electoral Nacional, la veda marca un período de restricción y reflexión destinado a que los votantes puedan definir su elección sin interferencias ni presiones externas. Durante este tiempo, tanto los candidatos como los partidos políticos y los medios de comunicación deben cesar toda actividad proselitista o de difusión de encuestas, sondeos o proyecciones electorales.

Entre las principales prohibiciones se destacan: la realización de actos de campaña, la difusión de publicidad política en medios o redes sociales, la entrega de materiales partidarios cerca de los lugares de votación, la venta de bebidas alcohólicas —prohibida desde el sábado a las 20 hasta el cierre de los comicios—, así como la organización de espectáculos públicos, eventos deportivos o actividades masivas. También está vedado el uso de banderas, insignias o distintivos partidarios dentro o en las inmediaciones de los establecimientos de votación.

El objetivo de estas medidas es garantizar un marco de equidad y serenidad democrática, permitiendo que la ciudadanía reflexione su voto con total libertad. Pese a los debates sobre la vigencia de la veda en tiempos de redes sociales, continúa siendo una herramienta esencial del proceso electoral argentino.

El incumplimiento de las restricciones puede derivar en sanciones económicas o penales. Las multas previstas oscilan entre 10 y 60 haberes mínimos de la administración pública, mientras que los locales que violen la prohibición de venta de alcohol pueden enfrentar multas o arrestos de hasta seis meses. Además, quienes perturben la votación o intenten influir en el voto de otros podrían ser penados con prisión de entre 15 días y 2 años, y hasta 3 años en caso de violar el secreto del sufragio.

De esta forma, la veda electoral se consolida como un componente fundamental del proceso democrático, asegurando la transparencia, el respeto y la libertad de decisión del electorado argentino.

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