De la compra a la amenaza: acusan a “Tiso” Talavera por violenta disputa por una camioneta secuestrada
El referente del movimiento "No al gatillo fácil" fue denunciado por un empresario de Resistencia, quien lo acusa de intimidaciones tras una fallida operación de compraventa. El vehículo había sido incautado en una causa federal por presunto lavado de dinero.

Un nuevo escándalo sacude el entorno de los movimientos sociales en Resistencia. Raúl “Tiso” Talavera, reconocido dirigente del colectivo “No al gatillo fácil”, fue denunciado por amenazas en el marco de un conflicto que se originó con la venta de una camioneta Volkswagen Amarok, presuntamente vinculada a una causa por lavado de activos.
La denuncia fue presentada por el propietario de la concesionaria “Paquiri Automotores”, ubicada sobre avenida Castelli al 1658, quien asegura que en noviembre de 2024 vendió la camioneta a Talavera por 18 millones de pesos, aunque el comprador dejó un saldo impago de $100.000 y jamás completó el trámite de transferencia del vehículo a su nombre.
Según la presentación judicial, todo comenzó a escalar en abril de este año. El 14 de ese mes, Talavera llamó al empresario para informarle que la camioneta había sido “secuestrada” dentro de su domicilio. Dos semanas más tarde, el dirigente social se presentó en la casa del vendedor exigiendo otro vehículo como compensación: “Necesito un vehículo, no puedo andar a pata”, le habría dicho.
Pero la tensión llegó a su punto más crítico el lunes 2 de junio a las 19:30. Talavera volvió a comunicarse telefónicamente con el comerciante y, de acuerdo con la denuncia, le lanzó una advertencia directa: “Vos me vendiste la camioneta, hasta mañana te espero, quiero la plata o yo sé lo que tengo que hacer”.
Preocupado por el tono amenazante y la escalada del conflicto, el empresario formalizó la denuncia ante el Departamento de Investigaciones Complejas. El caso quedó en manos del Equipo Fiscal 10, que giró las actuaciones a la Mesa Única de Ingreso e Intervención Temprana (MUIT), donde se evalúan los próximos pasos judiciales.
Fuentes policiales confirmaron además que la camioneta fue secuestrada el 15 de abril por orden del Juzgado Federal de Resistencia, en el marco de una investigación por presunto lavado de dinero. El procedimiento tuvo lugar en un domicilio de avenida Nicaragua al 100, donde Talavera y su pareja habrían entregado el rodado de forma voluntaria.
Por estas horas, la Justicia recopila pruebas y testimonios para determinar si se trató de un simple conflicto comercial o si estamos ante un episodio más complejo, con posibles derivaciones penales.