Dólar: incertidumbre, luego del acuerdo con el FMI el Gobierno espera el debut del nuevo esquema
Milei y Caputo recibirán al secretario del Tesoro de EEUU

El Gobierno espera que el primer día de vigencia del nuevo esquema cambiario, este lunes, esté más marcado por la visita del secretario del Tesoro de los Estados Unidos Scott Bessent que por cualquier movimiento inesperado del dólar en la nueva banda de flotación que inaugurará el Banco Central cuando comience la rueda de negociación en el mercado oficial.
Bessent tendrá primero una reunión cerca de las 10 de la mañana con el ministro de Economía Luis Caputo en el Palacio de Hacienda y, se prevé, a las 11 otra con el presidente Javier Milei en la Casa Rosada, además de contactos con referentes del sector privado. Por ahora entre los funcionarios eligen no confirmar ni desmentir la posibilidad de una línea de asistencia adicional desde el Tesoro norteamericano, alternativa que comenzó a sonar en los últimos días.
La expectativa oficial es que el nuevo dólar flotante debería tender hacia la parte baja de la banda de flotación por ingresos de divisas, primero por una inyección de stock desde el FMI, otros organismos internacionales y el Repo con bancos privados, por unos USD 19.600 millones en los próximos dos meses. Como segunda etapa, también esperan un flujo positivo por la cuenta capital externa -por ejemplo, por inversión externa directa en economía real o financiera-, que deberá cubrir una cuenta corriente deficitaria por una balanza comercial que este año será menos favorable.
En los despachos oficiales reconocen que la demora en el cierre final con el FMI deterioró el frente de las reservas. “Hubo inestabilidad en la demanda de dinero, adelanto de importaciones y exportaciones pisadas. Al estar perdiendo reservas, no podíamos defendernos porque estábamos con el hermetismo de la negociación”, aseguran altas fuentes oficiales. El viernes, último día del esquema cambiario anterior, el BCRA llegó a perder casi 400 millones de dólares como saldo vendedor en el mercado oficial, lo que marcaba que el mercado esperaba de manera inminente un volantazo en la política cambiaria.