Dolor en el fútbol: falleció Miguel Ángel Russo, emblemático entrenador de Boca Juniors

A los 69 años, Miguel Ángel Russo falleció en su domicilio, donde se encontraba en internación domiciliaria tras complicaciones derivadas de su enfermedad. El entrenador de Boca Juniors, que había regresado al club a mediados de 2025, enfrentaba desde 2017 un diagnóstico de cáncer de vejiga y un tumor en la próstata, y en los últimos meses su estado de salud se deterioró, obligándolo a varias internaciones.

Russo estuvo activo hasta semanas antes de su fallecimiento, dirigiendo a Boca en el empate 2-2 contra Central Córdoba el 21 de septiembre, y supervisando desde su hogar los entrenamientos y partidos del equipo, con el apoyo de su cuerpo técnico y su ayudante Claudio Úbeda. Su pronóstico había sido calificado como reservado desde el 6 de octubre.

Nacido en Lanús en 1956, Russo desarrolló una extensa carrera como jugador y entrenador. Como futbolista, disputó 420 partidos en Estudiantes de La Plata y ganó dos títulos. Como técnico, superó los 1.000 partidos dirigidos, conquistó 12 títulos oficiales y dirigió a clubes en Argentina, España, Chile, México, Colombia, Perú, Paraguay y Arabia Saudita. Entre sus logros más destacados se encuentran la Copa Libertadores con Boca en 2007, títulos con Millonarios en Colombia, la Superliga 19/20 y la Copa Maradona con el Xeneize.

Su carrera estuvo marcada por la resiliencia frente a la enfermedad. Tras su diagnóstico en 2017, mientras dirigía a Millonarios, enfrentó complicaciones médicas graves, incluida una infección por bacteria resistente, pero continuó dirigiendo y obteniendo títulos. Su actitud positiva y compromiso con el fútbol fueron constantes hasta el final de su vida.

En Argentina, Russo tuvo pasos destacados por clubes como San Lorenzo, Rosario Central y Boca Juniors. En su última etapa, asumió nuevamente en Boca en junio de 2025, liderando al equipo en el Mundial de Clubes y enfrentando desafíos deportivos y de salud, con un récord de cuatro victorias, siete empates y cuatro derrotas.

Además de su legado profesional, Russo deja un impacto familiar y social, siendo su hijo Ignacio Russo futbolista profesional, actualmente en Tigre, y recordado por su relación cercana con jugadores, colegas y clubes de distintos países.

El mundo del fútbol despide a un entrenador respetado y querido, cuya trayectoria y amor por la profesión dejan una huella imborrable, especialmente en Boca Juniors, donde su nombre quedará asociado a la Copa Libertadores y al Mundial de Clubes.

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