Donald Trump evalúa autorizar ataques terrestres contra cárteles en Venezuela
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que su gobierno analiza la posibilidad de realizar ataques por tierra en territorio venezolano contra organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico. La medida sería una extensión de las operaciones marítimas que ya lleva adelante la Marina estadounidense en el mar Caribe, donde en los últimos meses fueron hundidas varias embarcaciones vinculadas a los cárteles de la droga.
“Tenemos el mar bajo control, y ahora estamos considerando acciones en tierra”, expresó el mandatario durante una conferencia en la Casa Blanca. Trump afirmó que su administración busca proteger a los ciudadanos estadounidenses de las redes narcoterroristas que, según sus declaraciones, operan con apoyo del régimen de Nicolás Maduro.
El presidente también confirmó que la CIA recibió autorización para ejecutar operaciones encubiertas en Venezuela, con el objetivo de incrementar la presión sobre el gobierno chavista. Evitó, sin embargo, responder si esas operaciones podrían incluir ataques directos contra el propio Maduro.
Trump sostuvo que las estrategias anteriores para frenar el narcotráfico “nunca funcionaron” y aseguró que los recientes operativos en el Caribe han sido “efectivos y necesarios”. Según informó, cada embarcación interceptada transportaba grandes cantidades de droga, equivalentes a “miles de posibles muertes por sobredosis”.
Fuentes del gobierno estadounidense detallaron que el último operativo militar tuvo lugar frente a las costas venezolanas, donde una narcolancha fue atacada y seis presuntos traficantes murieron. Ningún miembro de las fuerzas armadas norteamericanas resultó herido.
Estas acciones forman parte de una ofensiva regional que Washington sostiene contra lo que denomina “organizaciones narcoterroristas transnacionales”, a las que vincula con altos mandos del chavismo. En ese contexto, Trump advirtió que no solo Venezuela, sino “otros países de la región”, están bajo la mirada de su administración.
La posibilidad de llevar los ataques a territorio venezolano marca una nueva escalada en la política exterior de Estados Unidos, que podría tensar aún más las relaciones diplomáticas en América Latina y reabrir el debate sobre los límites legales de las operaciones militares internacionales.
