El Gobierno refuerza el control fronterizo ante la ola de violencia en Río de Janeiro

Ante la creciente crisis de violencia en Río de Janeiro, que ya dejó más de 130 muertos, el Gobierno argentino dispuso una alerta máxima en todas las fronteras con Brasil. La medida fue anunciada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien explicó que se busca evitar el ingreso al país de personas vinculadas a las organizaciones criminales involucradas en los recientes enfrentamientos.

Bullrich adelantó que se convocará a una reunión en el Ministerio de Seguridad para coordinar las acciones junto con la Dirección Nacional de Migraciones y las fuerzas federales. “Vamos a intensificar los controles en las fronteras para impedir cualquier cruce o desplazamiento de quienes podrían estar huyendo de los operativos en Brasil”, afirmó la funcionaria.

La alerta se activa tras los hechos de violencia registrados en los barrios de Penha y Alemão, donde la policía brasileña mantiene una fuerte ofensiva contra el Comando Vermelho, una de las facciones narco más poderosas del país. El operativo dejó hasta el momento 132 muertos, además de decenas de desaparecidos y más de 80 detenidos, según informó la Defensoría Pública de Río de Janeiro.

Por su parte, la secretaria de Seguridad, Alejandra Monteoliva, envió una comunicación formal a las fuerzas apostadas en la frontera Este y Noroeste, ordenando reforzar los controles como medida preventiva. Además, se distribuyó un manual de reconocimiento de señas y símbolos utilizados por los grupos criminales para facilitar su identificación.

Bullrich aclaró que los controles se centrarán especialmente en el paso de la Triple Frontera, aunque descartó incrementar el número de efectivos. “Significa mirar con cuatro ojos a los brasileros que ingresan, verificando sus antecedentes. Es un modelo de alerta, no una restricción”, precisó.

Desde el Ministerio de Seguridad informaron que los primeros refuerzos comenzaron a aplicarse el martes, con patrullajes intensificados en las zonas limítrofes. Además, se estableció un sistema de coordinación de información con las fuerzas de Brasil y Paraguay para actuar de manera conjunta ante posibles desplazamientos de criminales.

En paralelo, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, regresó de urgencia al país desde una gira por Asia y ordenó una evaluación de la situación. Según el ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, “el presidente quedó horrorizado por la magnitud de la tragedia y dispuso la colaboración de las fuerzas federales y el uso de cárceles de máxima seguridad para alojar a los detenidos”.

Con la frontera norte en estado de vigilancia reforzada, las autoridades argentinas buscan prevenir cualquier intento de ingreso de miembros de las bandas que protagonizan la crisis en el vecino país, en un contexto que genera creciente preocupación regional.

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