El régimen de Maduro amenazó con declarar “prófuga” a María Corina Machado si viaja a Noruega a recibir el Nobel de la Paz
El fiscal general del régimen venezolano, Tarek William Saab, advirtió que la dirigente opositora María Corina Machado será considerada “prófuga” de la Justicia en caso de abandonar Venezuela para viajar a Noruega, donde está previsto que reciba el Premio Nobel de la Paz el próximo 10 de diciembre en Oslo.
Machado, que se encuentra en la clandestinidad, confirmó que permanece en territorio venezolano, aunque reiteró su intención de estar presente en la ceremonia. Varios mandatarios latinoamericanos ya anunciaron que planean acompañarla en el acto, lo que añade un condimento diplomático adicional al conflicto.
Saab sostuvo que, por tener “numerosas investigaciones de carácter penal”, la salida del país convertiría a la líder opositora en prófuga. La acusó de “actos de conspiración, instigación al odio, terrorismo” y de haber “llamado a invadir Venezuela” mediante su apoyo al despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe. Además, aseguró que el Ministerio Público procesa a “más de 100 mercenarios” vinculados, según el relato oficial, a planes contra Nicolás Maduro coordinados por la CIA, y recordó recientes detenciones de presuntos colaboradores de la agencia de inteligencia estadounidense.
La amenaza del fiscal llegó dos días después de la publicación de un mensaje de Machado en redes sociales, titulado “Manifiesto de libertad” y difundido “desde algún lugar de Venezuela”. En ese texto, llamó a los venezolanos a alzarse frente a lo que definió como una “tiranía” y afirmó que “el pueblo hablará sin miedo a ser perseguido, a censura o a represión”.
En su manifiesto, la dirigente describió la situación del país como “un largo y violento abuso de poder” y habló de una “oscura era de opresión” que, según ella, estaría llegando a su fin. Sostuvo que “una nueva Venezuela emerge de las cenizas, renovada en espíritu y unida en un propósito, como un ave Fénix”, y reivindicó la dignidad como eje para la regeneración política y social.
Machado defendió la propiedad privada y el libre mercado como pilares para la reconstrucción económica, al tiempo que remarcó que el Estado debe garantizar los derechos fundamentales y no sustituir la iniciativa individual y colectiva. “La propiedad no es un privilegio de una élite, es un derecho fundamental”, afirmó, y prometió condiciones para que la economía venezolana “despegue y triplique su tamaño en una década”.
También planteó que la riqueza nacional, en particular el petróleo y el gas, debe estar en manos del pueblo y del sector privado, e hizo hincapié en el desarrollo de sectores estratégicos como la agroindustria, el turismo ecológico, las tecnologías financieras, la inteligencia artificial, la robótica y los minerales.
Respecto a la libertad de expresión, sostuvo que “el derecho a decir la verdad es la piedra angular de toda libertad” y advirtió que, cuando las voces son silenciadas, “la corrupción se arraiga y la justicia desaparece”. Afirmó que Venezuela debe “recuperar su voz en cada pueblo, en cada aula, en cada sala de redacción y espacio digital”.
De cara al escenario internacional, Machado planteó que el futuro de Venezuela pasa por “la cooperación y el intercambio”, con la idea de restablecer alianzas basadas en la prosperidad compartida, la defensa de la democracia, el comercio, los derechos humanos y la protección ambiental. En ese marco, imaginó al país como “un pilar de seguridad democrática y energética en el hemisferio occidental” y “un promotor inquebrantable de la libertad en el mundo”.
Mientras tanto, el régimen chavista mantiene las causas penales contra la dirigente y endurece el discurso ante la posibilidad de que salga del país para recibir el Nobel, en un nuevo capítulo de la confrontación entre el gobierno de Nicolás Maduro y una de las figuras más visibles de la oposición venezolana.
Con información de Infobae
