La culpa es de Macri: Economía a lo bestia
Por Jorge Eric Dahlgren
Cuando la crisis hipotecaria internacional del 2010, pateó el tablero, Cristina Kirchner pudo bancar la compra de votos, confiscando más de U$ S 30.000 mil millones de Fondos Jubilatorios.
Al agotarse la fortuna que habían aportado los jubilados, comenzó una emisión sin control que inevitablemente nos llevaría a la hiperinflación.
Antes de entregar el poder, la doctora hizo lo necesario para dejarle a Macri el guiso de ñoquis hirviendo.
Macri, poco ducho en Finanzas y mal asesorado, no interpretó las diferencias entre las medidas económicos de corto y largo plazo, optó por un gradualismo inconducente que le abrió las puertas a Alberto Fernández.
Lo que vino después, con el Covid escondiendo una recesión, ya lo sabemos. Recesión + Hiperinflación = Estanflación. Que tambien se traduce como incertidumbre y desconcierto. ¿A dónde vamos?
Ese tema no era exclusivamente argentino, porque en el mundo ya estaba instalada la idea de la fluencia social. ¿A dónde vamos fluyendo? Hacia otra cosa. Pero más de lo mismo no.
Ahí apareció Milei. Un intelectual economista que destapó la olla, sacó los ñoquis, armó un despelote político entre zurdos y perukas, y encaminó la fluencia hacia otro modelo de país.
Y ahí tambien apareció el gran error de la izquierda argentina. Tratar de dividirnos entre zurdos y fachos personalizando en Milei, la transformación social en marcha. Porque Milei podrá irse, pero a esa transformación ya no la detiene nadie.
La culpa es de Macri.