La harina de algarroba, el producto estrella de El Impenetrable que conquista mercados
Un emprendimiento basado en la economía regenerativa y sustentable

La harina de algarroba, el producto estrella del monte chaqueño, se instala en los almacenes naturistas de las principales ciudades del país y es cada vez más demandada por sus excelentes propiedades nutritivas. Se logra a partir de la participación de la comunidad de El Impenetrable, con familias enteras que se dedican a recolectar las chauchas de algarroba que luego son enviadas a un molino.
La producción de harina de algarroba, tiene en su etapa inicial un gran componente de participación comunitaria. Habitantes de poblaciones lindantes al Parque Nacional El Impenetrable se suman a fines de noviembre y principios de diciembre a recolección de chauchas que están al pie del árbol de algarrobo.
La actividad, convocó en 2024 a 65 familias y se logró juntar siete toneladas (7000 kilogramos), contó Lucía Kronhaus, coordinadora Regional de Comunidades de la Fundación Rewilding, y dijo que este año se espera la participación de más familias y se espera alcanzar las 18 toneladas.
El Programa Algarroba es impulsado por Emprendedores por Naturaleza (EXN), la iniciativa de la Fundación Rewilding Argentina que acompaña a los microemprendedores en los procesos de producción y comercialización en El Impenetrable.
“Es un trabajo con la comunidad para acercar alternativas económicas a la comunidad, que los pobladores permanezcan en sus territorios y no emigren en busca de trabajo”, destacó Kronhaus y agregó que “se avanza con las economías regenerativas, con el concepto de permanecer en el monte y el compromiso de cuidarlo”.
En este sentido señaló sobre El Impenetrable que “el monte chaqueño produce muchos frutos, alimentos ancestrales y su origen es el monte nativo, como el algarrobo del que se puede aprovechar la chaucha y el fruto”.
Y sobre la materia prima para la producción de harina contó que “a experiencia de hacer una recolección comunitaria de chauchas, entre los meses de noviembre y diciembre que es la época en que caen de los árboles, se volvió año a año cada vez más exitosa y con mayor participación”.
“Así, por ejemplo, en 2024 se sumaron a las jornadas de recolección 65 familias, que juntaron siete toneladas de chauchas, prácticas en conjunto que se realizan en una semana”, detalló la coordinadora Regional de Comunidades
Juan Villagrán, vive en Paraje La Gringa, y es recolector de chaucha de algarroba, cuando llega la temporada, recolecta con su hija y contó que el año pasado juntaron 400 kilos en su campo “en el que tengo bastantes algarrobos”.
“Fue muy buena el año pasado la recolección y siempre se trata de mejorar: este año se hizo la limpieza de los árboles para la facilidad de la recolección”, contó el poblador de El Impenetrable.
Considera que la chaucha “es una materia prima muy importante” y que «hay que cuidar los árboles y que no los corten, y que la gente entienda que tiene su valor”.
“Aquí somos muchos los que los defendemos, cuidamos la naturaleza, pero hay otra gente que no mira de esa forma”, explicó el productor.
Sobre la continuidad del proceso, la referente de Rewilding relató que el cargamento de chauchas luego de la recolección, viaja al molino Cerrillos de Salta, donde se convierte en harina de algarroba y se empaqueta para su comercialización.
“Se apuesta a la conservación del monte, a educar sobre el producto y posicionarse en el mercado”, aseguró Lucía ‘Luli’ Kronhaus sobre el trabajo para instalar la harina de algarroba.
Y comparó el antes y después, sobre el destino de la chaucha del algarrobo y las prácticas ancestrales: “estaban acostumbrados a moler la chaucha, de forma tradicional, con un mortero y el producto era para consumo familiar, una forma tradicional que tiene que ver con las costumbres, no evaluaban la posibilidad de comercialización”.
Ahora, las cocineras de El Impenetrable disponen para los turistas, todas las alternativas gastronómicas que ofrece este árbol del monte chaqueño, como la elaboración de budines, tortillas y alfajores.
El objetivo es también avanzar en la comercialización de esos productos para lleguen a nuevos consumidores, como en el caso del Aloja, una bebida típica, parecida a la sidra, que también se produce, como así también, velas y aromatizantes.
Al respecto, consideró vital la capacitación para darle valor agregado al fruto del algarrobo.
Y en esta puesta en valor, también destacó la importancia de “celebrar lo que nos da la vida, la posibilidad de estos alimentos” y allí nació la Peña Algarrobera, con música y danza locales, donde toda la comunidad celebra la existencia del monte chaqueño.
Sobre los desafíos y los sueños, Kronhaus contó que “este año el desafío es recolectar 18 toneladas de chauchas, queremos potenciar al monte con un modelo productivo sustentable”.
Y también “la idea de tener un molino propio en el Chaco y que los pobladores puedan ser parte de la cadena de trabajo, porque para hacer la harina, tiene que atravesar un proceso de secado, lavado, nuevo secado y la molienda, y luego el empaquetamiento y eso es agregar valor y generar empleo”, concluyó.
En el mismo sentido, se expresó Juan Villagrán y aseguró que “me encantaría que se pudiera tener un molino para hacer el trabajo aquí y se pueda darle más valor acá al productor, tendríamos la posibilidad de trabajo, sobre todo para los jóvenes”.
El Parque Nacional El Impenetrable en la provincia del Chaco fue creado en 2014, resguarda 128 mil hectáreas de bosques de algarrobos, palo santo y quebrachos, pastizales, bañados, lagunas y también especies en peligro de extinción como el tatú carreta, el oso hormiguero gigante, el tapir, el aguará guazú y el yaguareté. Su desarrollo turístico está en crecimiento, generando oportunidades laborales para toda la comunidad y desarrollo con conservación.