La Policía rural desplegó controles nocturnos en la provincia para frenar el abigeato

La Policía reforzó la vigilancia en las zonas rurales de la provincia con un amplio operativo nocturno que se extendió entre la noche del jueves y la madrugada del viernes. El objetivo fue intensificar la prevención de delitos vinculados al campo, como el abigeato, el hurto de ganado y la caza furtiva, mediante controles simultáneos en caminos vecinales, accesos a localidades y establecimientos productivos.
De acuerdo con el reporte oficial, uno de los dispositivos estuvo a cargo del Departamento de Seguridad Rural Metropolitana, que instaló un puesto de control sobre la Ruta Provincial N° 7, en jurisdicción de Charadai. Allí, los agentes secuestraron un tatú faenado y notificaron a un joven de 19 años por infringir la normativa vigente sobre fauna silvestre.
En otro procedimiento, personal de la División Rural de Basail intervino en la zona del paraje Bajo Méndez, donde demoró a un cazador de 24 años que transportaba aproximadamente 40 kilos de carne de chancho arisco, también en infracción a la legislación aplicable.
Al mismo tiempo, entre las 22 y las 2 de la madrugada, se llevó adelante un operativo en el acceso a Pampa del Indio, que contó con la participación del Departamento de Seguridad Rural y Ambiental de General San Martín y de las secciones rurales Santos Lugares y El Alcalá. Los controles se concentraron en vehículos, personas y cargas que ingresaban o salían de la localidad.
En paralelo, la División Rural de Colonia Popular dispuso un esquema propio de patrullajes y puestos móviles en áreas rurales de Makallé, Lapachito, La Verde y La Escondida. En esos sectores se verificó documentación, se supervisaron transportes de hacienda y se controló el cumplimiento de las leyes de bosques, caza y pesca, además de la prevención de hechos de robo y faena clandestina.
Como balance de la jornada, las diferentes unidades rurales informaron que fueron identificadas 40 personas, se estableció contacto con siete productores para reforzar canales de denuncia y colaboración, se revisaron 25 vehículos y se logró el esclarecimiento de dos hechos, en el marco de una estrategia que las autoridades describieron como un “blindaje” progresivo de las zonas productivas de la provincia.




