Los apellidos eternos del PJ: la niña, su padre y el feudo que no se rinde
De Partido Justicialista Chaco a Partido Político Familiar

Pasan los años, cambian los discursos, pero los apellidos siguen enquistados en el Partido Justicialista del Chaco.
Mientras el pueblo sigue esperando Renovación, el Partido que nació del trabajo y la justicia social hoy se reparte entre los mismos nombres de siempre.

La nueva lista de la Agrupacion oficialista para la conducción del Consejo Provincial del PJ – Distrito Chaco, lo dice todo:
Cargo Apellido Nombre
Presidente Capitanich Jorge Milton
Vicepresidente 1° Capitanich Guillermina
Secretario General Bittel Raúl Germán
Secretario Político Pedrini Juan Manuel
Padre e hija encabezando el partido.
El apellido Capitanich repitiéndose dos veces en la máxima conducción del peronismo chaqueño.
Una postal del feudo político que se resiste a morir.
La joven es candidata a vicepresidenta del PJ, acompañando a su propio padre, el exgobernador y actual senador electo por Fuerza Patria, una agrupación que copia el modelo dinástico de Buenos Aires: allá Máximo, acá mi hija y nadie más. Y al parecer es un mal argentino que los termos y pulpos toleran sin protestar: ya pasó con los Perón, los Menem, los Kirchner y ahora los Capitanich.
En los pasillos políticos se escucha una frase atribuida al propio exgobernador: “En el Chaco el que sigue después de mi es mi hija. Nadie más.”
El hombre que perdió tres elecciones consecutivas en la provincia, podría ir rumbo a su cuarta derrota consecutiva, empeñado en controlar lo que ya no le pertenece.
Sin trabajo, sin casa y sin auto declarados, pero con poder absoluto sobre el PJ que lo sostiene.
Y lo más obsceno: el desprecio hacia la militancia, a la que tratan como “recurso electoral descartable”.
La historia se repite: el diputado nacional seguirá atornillado a su banca, los intendentes testimoniales renunciarán a sus cargos, y el electorado chaqueño será burlado una vez más.
El justicialismo nació del pueblo. Pero el PJ actual parece un club privado de apellidos heredados.
El poder no se hereda: se conquista
Y si las urnas internas finalmente se abren, la historia quizá y solo quizá podría darles la lección que nunca quisieron aprender y la palabra que desconocen: CONSENSO.




