“Me bajé una app para ver nenitas”: contundentes pruebas contra los hermanos Kiczka

Este miércoles la fiscal Silvia Barronis firmó el requerimiento de elevación a juicio de Germán, ex diputado de Misiones, y su hermano, Sebastián. Se los acusa a ambos de tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil, y al mayor de ellos también de abuso sexual de una menor de 13 años.

A menos de cuatro meses de sus detenciones, este miércoles se pidió la elevación a juicio de los hermanos Germán y Sebastián Kiczka. Tanto el ex diputado de Misiones como su hermano están acusados de tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil y, en el caso del mayor de los dos, también pesa sobre él una imputación por abuso sexual de una menor de 13 años. Las pruebas en las que se apoyó la fiscal Silvia Barronis para formular el requerimiento son contundentes.

En cuanto al material hallado en los distintos allanamientos realizados contra ambos, a Germán se le encontraron, en distintos dispositivos electrónicos, “913 archivos multimedia con contenido de explotación sexual infantil”. En los mismos, se observa “a niños y niñas de muy corta edad, algunos de los cuales a simple vista se advierte que son menores de 13 años de edad, siendo abusados sexualmente mediante diferentes prácticas como penetración (anal y vaginal), felaciones, entre otras, como así también en situaciones de desnudez, exhibiéndose sus genitales”.

Como si la brutalidad de la descripción no fuera suficiente, el requerimiento agrega que también se hallaron “imágenes y varios archivos de video de prácticas zoofílicas que involucran a menores, con una edad presuntiva inferior a 13 años, en actos sexuales con animales”.

A la fiscal le basta el historial de búsquedas en eMule del ex diputado para dimensionar su obsesión: “Redundan en la selección de características abusivas intrafamiliares, como así también practicas zoofílicas, bajo los nombres ‘hermana, hermano, sister, brother, madre, padre, familia, niñera, soo/dog’”. Más adelante, la funcionaria judicial menciona también las búsquedas “hermanos c…o”, “hermana tocándome” y “espío a mi hija desnuda”.

Cuando se presentó ante el juez Miguel Faria, Germán admitió que consume pornografía, pero negó “rotundamente haber mirado o buscado a menores de 13 años”. “Con respecto a las descargas, uno no sabe específicamente lo que descarga”, fue su vaga defensa.

En el caso de Sebastián, los archivos que se lograron encontrar fueron 319, de la misma índole que los que poseía su hermano menor. Pero la fiscal, en el texto enviado a Miguel Faria, titular del Juzgado Penal 4 de Apóstoles, agregó el detalle de una serie de chats en los que el acusado emite mensajes aberrantes, como en una conversación con un contacto llamado “Agatha 1000″.

 

SK: Yo me bajé una app para ver nenitas…12 (años)…

 

A: Vos me pasaste uno una vez y tenía como 7… le dejaban el orto así…

 

Otra charla, con el contacto “Pripi”, contiene mensajes de alto contenido pedófilo:

 

SK: ESTOY CON MI VECINITA. TE QUIERE CONOCER… le presté mi celular para que juegue… Ana… Todo el tiempo está perreando jaja… La mamá le dice que deje de perrear… la voy a esperar 3 años más, máximo…

 

P: Pero calmáte, Sebastián… quieto… tiene como 5 la nena…

 

SK: Bueno, la voy a esperar 5 años… Ay, dios, me tengo que sacar esa adicción a las menores… pero es que me gustan… Y cuando quiero me atiendes en el baño… Te siento en la barra como a las nenitas cuando van a visitarme… y te hago dibujar o jugar con plastilina… ¿Vos tenés 14??

 

P: Si…

Sebastián Kiczka es el más complicado de los hermanos, ya que también se le imputa haber abusado sexualmente de una menor, cuando la misma tenía 15 años de edad, en un gimnasio de Apóstoles. Según el testimonio de la víctima, la empujó contra la bacha del baño, la besó en la boca y le tocó un glúteo sin su consentimiento.

 

Además, la adolescente relató cómo el acusado la manoseaba cada vez que podía con la excusa de ayudarla en sus ejercicios, la invitaba a su casa para mantener relaciones sexuales, le enviaba fotos de sus partes íntimas y le pedía que fuera “con pollerita” a una pizzería a la que iba con sus amigos.

 

Los hermanos, por otro lado, tenían un canal de YouTube llamado “La Magia del Tío Germán”. Según el análisis realizado por los forenses de las emisiones vertidas allí, se observa que dicho material “comienza con elementos de ganar acceso a los menores, como por ejemplo dirigiéndose a una multitud de potenciales víctimas al mismo tiempo, utilizando estrategias de persecución con trucos de magia y experimentos caseros, denotando cuestiones de búsqueda de objetivos potencialmente vulnerables”.

“De la producción de La Magia del Tío Germán se podría considerar que los agresores se encontraban en la ‘fase digital’, donde dan un trato aparentemente agradable para poder cumplir su objetivo de conocer y captar niños, niñas y adolescentes. Se observa que los agresores, en esta fase, adaptan su lenguaje a la jerga típica de los menores y hablan de temas de interés para estos. Además, crean una identidad más deseable y acorde a los gustos de los menores, a partir de lo cual consiguen llamar la atención de los mismos, sostenerla y ampliar a más”, se agrega en el texto presentado por la fiscal.

Barronis solicitó que se eleven las actuaciones a juicio a Sebastián Kiczka por los delitos de tenencia y facilitación de material de explotación sexual infantil agravado por ser las víctimas menores de 13 años de edad y abuso sexual sin acceso carnal en concurso real; y a Germán Kiczka por los delitos de tenencia, facilitación y distribución de material de explotación sexual infantil agravado por ser las víctimas menores de 13 años de edad en concurso real.

Fuente: Infobae

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