Presupuesto 2026: gritos, acusaciones y un fuerte insulto sacudieron la sesión del Senado

La sesión especial del Senado de la Nación para debatir el Presupuesto 2026 quedó atravesada por un clima de extrema tensión política, con cruces verbales, denuncias institucionales y un episodio de agresión verbal que expuso la profundidad de la grieta en la Cámara alta. La protagonista fue la senadora fueguina Cándida Cristina López, quien apuntó con dureza contra la vicepresidenta Victoria Villarruel y terminó enfrentándose cara a cara con la legisladora del PRO Victoria Huala.
El conflicto estalló cuando López intentó plantear una cuestión de privilegio en medio de reiterados problemas técnicos con el micrófono de su banca. La senadora denunció censura y aseguró que la conducción del cuerpo buscaba silenciarla. “Esta no es una casa democrática”, lanzó, mientras cuestionaba directamente el rol de Villarruel como presidenta del Senado.
Ante el pleno, López acusó a la vicepresidenta de ejercer prácticas autoritarias y de tomar represalias políticas por su postura en temas de derechos humanos. En ese marco, también relató un grave episodio ocurrido semanas atrás, cuando —según su denuncia— personal de seguridad le habría impedido el acceso a su despacho y protagonizado un procedimiento violento durante un allanamiento administrativo, con empujones y tocamientos indebidos.
La legisladora fueguina aseguró que el 28 de noviembre encontró su oficina clausurada con fajas, sillones bloqueando la entrada y la placa identificatoria retirada, situación que vinculó a un decreto impulsado por Villarruel sobre la redistribución de despachos.
Desde la presidencia del cuerpo, la vicepresidenta le pidió moderar el tono, dejar de leer el texto de su intervención y ceñirse al reglamento. “Me hago responsable del orden en esta Cámara”, respondió Villarruel, mientras reclamaba que López concluyera su exposición.
La tensión aumentó cuando intervino la senadora Victoria Huala, quien también exigió que López dejara de leer y cuestionó lo que calificó como una “doble vara” en la aplicación del reglamento parlamentario. La legisladora del PRO recordó antecedentes similares y pidió respeto tanto para los senadores como para los trabajadores del Congreso.
Fue entonces cuando, en medio de murmullos y cruces por lo bajo, López respondió con un exabrupto que quedó registrado en el recinto: “¡Callate, mamarracho!”, desatando un fuerte revuelo político y mediático.
El episodio se dio en una jornada clave para el oficialismo libertario, que busca sancionar el Presupuesto 2026 y la Ley de Inocencia Fiscal como señales de gobernabilidad y control del Congreso. Sin embargo, el clima de confrontación volvió a poner en evidencia las tensiones internas y las dificultades para sostener un debate parlamentario ordenado en el cierre del año legislativo.




