Tragedia en Rosario: un joven de 30 años murió tras ser empujado al vacío durante un asalto en la costanera

Un trágico episodio de inseguridad conmocionó a la ciudad de Rosario durante la madrugada del domingo, cuando un joven de 30 años perdió la vida tras ser arrojado al vacío durante un asalto en la costanera central. La víctima fue identificada como Lucas Martín Cicarelli, padre de tres hijos, quien se encontraba compartiendo un momento con su pareja cuando fue sorprendido por dos delincuentes armados.
El hecho ocurrió en la zona de Dorrego y el río, donde la pareja estaba sentada cerca de la baranda, comiendo galletitas y tomando jugo. En ese momento, dos hombres se acercaron y los amenazaron con un arma de fuego. Según fuentes judiciales, uno de los agresores sustrajo la mochila y el celular de la joven de 18 años, mientras que el otro forcejeó con Cicarelli, a quien terminó empujando por la barranca.
Tras el ataque, la novia del joven logró escapar y pedir ayuda, mientras testigos dieron aviso a la Policía. Poco después, agentes de la Brigada Motorizada detuvieron a uno de los sospechosos, identificado como Andrés Rodrigo F., de 38 años, a pocos metros del lugar. En su poder tenía los objetos robados. El segundo implicado, Pedro I., de 33 años, fue arrestado al día siguiente durante un operativo de la División de Homicidios de la Policía de Investigaciones, en la zona oeste de la ciudad.
Lucas Cicarelli era mozo del Club Alemán de Rosario y practicaba parkour. Su familia lo describió como un joven trabajador y solidario. “Lucas se abalanzó sobre uno de los ladrones para que su novia pudiera correr y pedir ayuda. Me lo tiraron por el barranco”, contó su madre, Zulma, en declaraciones a la prensa. Su padre y sus hermanos también exigieron justicia y expresaron su dolor por la pérdida.
El caso quedó a cargo de la fiscal Agustina Eiris, del Ministerio Público de la Acusación, quien ordenó la detención formal de los sospechosos y dispuso una serie de peritajes en el lugar del hecho. Ambos detenidos serán imputados en los próximos días en el Centro de Justicia Penal de Rosario.
Mientras tanto, familiares y amigos de Lucas comenzaron una campaña solidaria para recaudar fondos y poder despedirlo. “Era un pibe alegre, laburante, que no merecía morir así. Lo mataron por un celular”, lamentaron.