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“Andá a la Argentina que es gratis”, Salta comenzó a cobrarle la medicina a los extranjeros y se desplomó la demanda

Texto de Evangelina Himitian // Fotos de Javier Corbalán, para LA NACIÓN

ORAN.- “¿Qué? ¿No están atendiendo?”. Yamila Jaramillo llegó al hospital San Vicente de Paúl para acompañar a su hermana, Yolanda, que traía a su sobrino Miguel, de siete meses, a un control pediátrico. Hacía dos meses que no venían. Yamila llegó temprano, antes de las 7, para registrarse y confirmar el turno, más tarde llegaría su hermana con el bebé, para que no tuvieran que someterse a la larga espera. Pero en cambio, cuando llegó, pensó que estaban de paro, o que no estaban atendiendo, porque el panorama era completamente distinto.

Desde hace un mes que el hospital parece otro. Desde que el Gobierno de Salta, mediante el decreto 129/24, decidió arancelar la atención a extranjeros, el hall de este centro de salud, que es el segundo más importante de la provincia, se transformó por completo, explican en informes. Ya no hay personas haciendo fila sentadas desde la madrugada como ocurría hasta hace muy poco tiempo. Desde el amanecer, el hall central se convertía en el epicentro en el que confluían largas filas que se apostaban en la puerta de los distintos servicios para esperar un turno, incluso antes de que los médicos empezaran a atender.

Claro que este nuevo panorama tiene sus bemoles. La semana pasada ocurrió un escándalo del que habló todo Orán: una mujer boliviana con un embarazo a término llegó al hospital para dar a luz. Como no estaba en trabajo de parto aún, los médicos le explicaron que todavía podía volver a su país. De lo contrario, tendría que pagar el parto: unos 245.000 pesos, más 100.000 pesos por día de internación. La mujer se fue con el hombre que la acompañaba pero horas más tarde volvieron ya en trabajo de parto. La atendieron, el bebé nació en Orán, pero cuando le llevaron la cuenta, el hombre, dijo que tenía domicilio en la provincia e intentó agredir a los médicos. Intervino la policía y entonces decidieron fugarse con el bebé. Unas horas más tarde, tuvieron que volver, por una complicación y allí se enteraron de que la dirección del hospital les había hecho una denuncia judicial, que deberán enfrentar y que condicionará su posibilidad de volver a atenderse.

“A los extranjeros, si es una urgencia los atendemos igual, después vemos cómo se cobra o si podemos negociar que su país se haga cargo. Pero ante el recorte de recursos que tenemos en salud, el aumento de la demanda por el precio de las prepagas, tenemos que priorizar la atención de los salteños”, apunta Alejandro Valenzuela, gerente del hospital, quien tuvo que lidiar con el caso de la parturienta que se fugó sin pagar.

Orán, al ser la ciudad que recibe la mayor cantidad de extranjeros no residentes que cruzan la frontera para recibir atención médica, concentra todas las miradas. Salta se convirtió en estos días en el epicentro de una dialéctica que crece con fuerza en la prédica con la que Javier Milei llegó al poder: entre otras cosas, un trato diferencial para los argentinos y para los extranjeros, tanto en educación como en la atención médica pública. Mientras la posibilidad de arancelar la universidad para extranjeros formó parte original del después recortado proyecto de ley Ómnibus, el tema de la salud todavía no tomó forma de proyecto, aunque sobrevuela siempre en el discurso de los libertarios.

La decisión del gobernador Gustavo Saenz, (que en las presidenciales apoyó a Sergio Massa pero en la votación de la ley de Bases acompañó al proyecto oficial) se mira como una prueba piloto en un contexto de recortes de presupuestos y de una demanda creciente del sistema público de salud.

La medida tiene defensores y detractores. Al igual que con la educación pública, muchas voces defienden que la gratuidad, no importa quién sea el destinatario, es un sello de identidad nacional. Otras voces más pragmáticas, plantean la importancia de que, ante la escasez de recursos, se priorice la atención gratuita para los residentes, sean o no argentinos, y se arancele a quienes viven en otro país, para desalentar los llamados tours de salud.

Hasta hace poco más de un mes, la madrugada en el hall central del hospital de Orán era un hervidero de gente, casi acampando para ser atendida. Desde temprano, llegaban autos que habían cruzado la frontera, trayendo pacientes y que se estacionaban en las inmediaciones para esperarlos y llevarlos de regreso. Antes, en muchos casos, pasaban a hacer compras porque una cosa se combinaba con la otra. Es por eso que las autoridades del hospital creen que no eran simplemente familias que se trasladaban, sino que había gestores e intermediarios que probablemente lucraran con ese servicio.

E incluso, sin esa cuota de ilegalidad, los médicos de Orán cuentan que los pacientes que llegaban por una urgencia venían derivados, por ejemplo, del hospital de Tarija, donde les preguntaban si tenían o no plata para pagar el tratamiento. Si había con qué, iban a Santa Cruz de la Sierra. Si no tenían dinero, a Orán. Y la atención médica para los vecinos de Orán, y de los otros departamentos del norte de Salta, se resentía.

Ahora el panorama es otro. Valenzuela, el director del hospital, es un médico gendarme retirado después de 30 años de servicio. Hace tres meses quedó a cargo de la transformación de ese centro de salud, que tiene 44 años de historia y da cobertura a una población de la provincia de unas 400.000 personas. Sin embargo, ese universo se veía duplicado por la enorme afluencia de extranjeros, dada la proximidad de la ciudad de Orán con la frontera de Bolivia, a menos de 50 kilómetros. No solo llegaban pacientes desde el otro lado de la frontera, para ser atendidos por urgencias, o tras haber protagonizado un accidente de tránsito, explica Valenzuela. “Hay una cuestión muy concreta. Con la baja de fondos que gira la Nación a las provincias, tenemos que optimizar recursos. Hoy tengo que pagar a proveedores más de 40 millones de pesos y en la cuenta del hospital tengo sólo cinco millones”, explica.

Fuente: LA NACIÓN

La nota completa: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/anda-a-la-argentina-que-es-gratis-se-desplomo-la-demanda-en-salta-la-provincia-que-ahora-le-cobra-la-nid05052024/#/

 

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