Caso Milo en Neuquén: detrás del video viral, la Justicia habló de obstrucción de vínculo y maltrato infantil

En los últimos días se viralizó un video que muestra a un juez ingresando a un jardín de infantes para retirar a un niño, identificado como Milo, en medio de gritos y cámaras. En redes sociales la escena fue presentada como un acto de crueldad judicial, pero el expediente judicial revela una historia muy distinta.
De acuerdo con la investigación, durante cinco años la madre del niño, Alexandra Savio, permitió un contacto extremadamente limitado con el padre: apenas 62 horas en total, siempre bajo presión de resoluciones judiciales.
En ese lapso, la mujer presentó denuncias médicas infundadas, declaró falsamente al niño como discapacitado y utilizó cada instancia de visita para generar conflictos con la familia paterna. La Justicia, según consta en el expediente, agotó todas las instancias previas: mediaciones, advertencias y fallos confirmados, los cuales nunca fueron cumplidos por Savio.
Ante la reiterada negativa, la madre fue declarada culpable de obstrucción de vínculo, un delito considerado una forma de maltrato infantil al impedir el desarrollo del lazo con su padre y familia paterna.
El operativo en el jardín de infantes había sido planificado como un procedimiento pacífico. Sin embargo, según fuentes judiciales, la situación se desbordó cuando la madre irrumpió con gritos y golpes contra el juez. La defensora de Niños, Niñas y Adolescentes y la policía intervinieron, mientras que Savio tomó a su hijo, se arrojó al suelo y lo tironeó del cabello para provocar su llanto y grabar la escena, con el objetivo de exponer al padre públicamente.
A partir de la medida judicial, Milo pudo finalmente establecer contacto con su padre, su hermana y sus abuelos, restituyendo así derechos vulnerados durante años.
Lo que en redes sociales circuló como un caso de abuso judicial, la Justicia neuquina lo enmarca como el final de un abuso sostenido contra un niño a través de la obstrucción del vínculo familiar.