Chaco refuerza la vacunación infantil ante el brote de sarampión en el país

El Ministerio de Salud Pública lanzó una campaña intensiva para inmunizar a la población, especialmente a niños y niñas. Buscan evitar la reintroducción del virus en una provincia que se mantiene libre de sarampión desde el año 2000.

Ante el brote de sarampión que afecta a la Argentina desde febrero, el Ministerio de Salud Pública del Chaco puso en marcha un operativo intensivo de vacunación con foco en la población infantil. La estrategia busca reforzar los esquemas de inmunización y evitar que el virus vuelva a circular en la provincia, que conserva desde el año 2000 el estatus de libre de sarampión.

«La Argentina está cursando un brote de sarampión. Esto es grave porque desde 2000 el país había logrado certificar la eliminación del virus. Sin embargo, por el ingreso de personas no vacunadas desde países con circulación activa, estamos viendo la reaparición de la enfermedad», advirtió Antonieta Cayré, subsecretaria de Promoción de la Salud y Prevención de Enfermedades, en declaraciones a Radio Libertad.

El brote fue detectado oficialmente en febrero de 2025 y encendió las alarmas sanitarias a nivel nacional. «El sarampión es una enfermedad viral altamente transmisible. Basta con que una persona infectada se cruce unos segundos con alguien no vacunado para que se produzca el contagio», explicó la funcionaria.

Desde la cartera sanitaria chaqueña insisten en completar los esquemas de vacunación, especialmente en la primera infancia. «Los niños más pequeños son generalmente los más afectados. La vacuna es obligatoria, gratuita y está incluida en el Calendario Nacional. Se aplica en dos dosis: a los 12 meses y a los cinco años», detalló Cayré.

Pese a la normativa vigente, las coberturas siguen siendo insuficientes. «El año pasado, solo el 60% de los niños que ingresaron al sistema escolar en el Chaco tenían el esquema completo. Es una cifra baja para los estándares históricos de la provincia. Eso nos permite seguir sin circulación del virus, pero necesitamos intensificar las acciones para mantenernos así», remarcó.

Además de proteger a quienes la reciben, la vacunación tiene un efecto colectivo. «Cuando una persona se vacuna, también protege a quienes no pueden hacerlo, como los inmunosuprimidos, embarazadas o personas mayores», señaló.

Identificación temprana y respuesta rápida

La vigilancia epidemiológica es clave para controlar el sarampión. «Ante cualquier caso sospechoso se activa el protocolo. No se espera la confirmación de laboratorio para actuar: si una persona tiene fiebre y luego presenta una erupción en la piel, se la considera sospechosa y se inicia la respuesta sanitaria», explicó Cayré.

La estrategia incluye el «bloqueo sanitario»: se vacuna rápidamente a todos los contactos cercanos del caso sospechoso que no tengan esquema completo. «Aunque la vacuna tarda entre 10 y 15 días en generar inmunidad, el largo período de incubación del virus permite que sea una medida de control efectiva», sostuvo la funcionaria.

Campañas en escuelas y jardines

Como parte del plan intensivo, el Ministerio realiza jornadas de vacunación en jardines de infantes y escuelas primarias. «Buscamos completar los esquemas de los niños de cinco años, que en un solo acto reciben cuatro vacunas: triple viral (sarampión, rubéola y paperas), contra la poliomielitis, triple bacteriana (tétanos, difteria y coqueluche) y contra la varicela», detalló Cayré.

Durante estos operativos también se revisan carnets de vacunación para detectar esquemas incompletos. «Aplicamos las dosis que hagan falta, sin importar si el niño está fuera del rango de edad teórico. Lo importante es que todos tengan las dos dosis obligatorias contra el sarampión», enfatizó.

Casos importados y vigilancia regional

La subsecretaria también mencionó que los eventos masivos con participación internacional exigen una vigilancia especial. «Recientemente hubo un encuentro en Bolivia con presencia de argentinos. En esos casos se revisan los carnets de los asistentes y, si no están vacunados, se los inmuniza y se los controla por posibles síntomas», explicó.

Cayré insistió en que el compromiso debe ser de toda la comunidad. «El personal de salud está alerta, pero cada ciudadano debe acercarse a los vacunatorios, completar su esquema y prestar atención a los síntomas», dijo.

Diagnóstico diferencial y acción inmediata

El sarampión puede confundirse con otras enfermedades, como la varicela o ciertas reacciones alérgicas. Por eso es clave que los médicos notifiquen ante la mínima sospecha. «No se trata de pedir estudios por cualquier cosa, sino de actuar con rapidez. Si se descarta, no hay problema. Lo importante es prevenir», explicó.

Un llamado a las familias

Cayré cerró con un llamado a las familias chaqueñas: «Todo niño mayor de cinco años debe tener las dos dosis contra el sarampión. Y si no las tiene, debe aplicarse, no importa cuántos años hayan pasado. La vacuna es la mejor herramienta para protegernos».

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