¡Coqui, Gustavo, un paso al costado!
El Peronismo chaqueño está en crisis, esto es evidente e irrefutable, los máximos referentes sufren el desgaste 25 largos años de enfrentamientos entre sí, con breves períodos de fuego amigo y paz política.
Por Carlos Prette
Jorge “Coqui” Capitanich y Gustavo Martínez, son los principales líderes del PJ de Chaco, construyeron su poder político y juntos fueron los ganadores de las elecciones que llevaron al peronismo a la Gobernación y también lograron recuperar la intendencia de Resistencia.
Coqui lleva 30 años viviendo del Estado
Capitanich lleva en la función pública del Chaco 22 años sólo en cargos electivos: con 12 años como gobernador, 4 como intendente y 6 como senador, sin contar los 4 años entre secretario del gobernador Danilo Baroni y subsecretario de Información Pública, haciendo un total de 26 años, que sumado a los cargos nacionales podríamos redondear 30 años en el Estado.
Por su parte Gustavo Martínez, fue diputado provincial de 2003 a 2007, presidente del Concejo Deliberante de 2015 a 2019. Suma 12 años en cargos electivos y 8 años como funcionario público al frente de SAMEEP. Fue intendente de Resistencia de 2019 a 2023, en sus gestiones se rodeó de familiares y un grupo selecto de funcionarios poco útiles, de escasa creatividad y productividad. Supo hacer política con recursos del Estado pero no supo generarlos para ser autosustentable, veremos cómo actúa desde el llano.
Los «Pimpinela» de la política chaqueña
Las diferencias que nunca pudieron saldarse entre “Coqui” y “Gustavito”, llegaron a infeliz término en 2023 cuando se dividieron en la búsqueda de la gobernación, posibilitando el triunfo de Leandro Zdero.
La soberbia y arrogancia de Coqui llegó a tal punto que rechazó una oferta de unidad que les acercaron Gustavo Martínez y Domingo Peppo, donde se esperaba que Eli Cuesta integrara la fórmula con Capitanich como vicegobernadora y Peppo ubicaría en lugares expectantes, cierta cantidad de legisladores provinciales y/o nacionales.
En el presente, Domingo Peppo es quien ha perdido todo poder territorial, su candidato a intendente en Villa Ángela no logró ni siquiera ubicar un concejal.
Gustavo Martínez, desperdició una excelente oportunidad durante su paso por la intendencia para proyectar su figura política, no pudo demostrar eficiencia en la gestión y como consecuencia sacó menos votos que su esposa Eli Cuesta, la única del espacio político CER, con ciertas posibilidades de volver a competir electoralmente.
Capitanich a su vez, es un cadáver político que no entiende todavía que está en el purgatorio. Nadie duda de la capacidad política de Coqui pero su tiempo ya pasó, por el bien del Partido Justicialista, por el bien de la Democracia, debería dar un paso al costado y facilitar la Renovación del peronismo, dejando su obsesión por “heredar” para su hija Guillermina una banca en el Congreso Nacional y también de quitarle el rol de su representante y “operadora” política, que muy pocos obsecuentes lo aceptan.
Bajo la conducción de Capitanich, el Partido Justicialista se convirtió en un «Jockey Club», con el estilo de alguien que nunca fue peronista y fue tan eficiente para hacer desaparecer las Unidades Básicas, que las reemplazó por líderes piqueteros, cuatro (4) de ellos hoy presos por diferentes crímenes como desaparición de persona, violación y corrupción.
En definitiva, sería bueno que las máximas figuras del peronismo chaqueño: Jorge Capitanich y Gustavo Martínez, den un paso al costado, facilitando la renovación del peronismo con nuevas figuras como podrían ser Magda Ayala, Nicolás Slimel, Agustín Alemán, Juan M. Chapo, Fabián Ríos, Raúl Bittel, Sebastián Benitez Molas y otros.