En Chaco, por la sequía, el 70% de la soja está dañada y en muchas zonas no hay pasto para el ganado
“La provincia del Chaco está muy comprometida, se hace cada vez más difícil e inviable poder mover la hacienda", aseguró Alberto Dansey, Director del Distrito Chaco-Formosa de la Sociedad Rural Argentina (INTA).

El director del Distrito Chaco-Formosa de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Alberto Dansey, aseguró que “la situación es desesperante para los productores agropecuarios” por las altas temperaturas y la falta de lluvias prolongadas, sumada a tres años de déficit.
La situación en las provincias de Chaco y Formosa sigue siendo desesperante para los productores agropecuarios que enfrentan una crisis agravada por la sequía y las altas temperaturas. Alberto Dasey, director titular del Distrito 9 Chaco-Formosa de la Sociedad Rural Argentina (SRA), en diálogo con Chacra Agro Continental explicó que la falta de lluvias prolongadas, sumada a tres años de déficit hídrico, ha dejado graves secuelas en los cultivos, especialmente en la soja. “El 70-80% de la soja ya está dañada y los cultivos de maíz y sorgo también están comprometidos”, afirmó Dansey.
El impacto de la sequía no solo afecta a la agricultura, sino que también pone en peligro la ganadería. Dansey destacó que en muchas zonas no hay pasto suficiente para el ganado y las fuentes de agua se están agotando rápidamente. En áreas donde las perforaciones de agua están muy profundas, las represas ya no pueden abastecer a los animales o el agua tiene una calidad deficiente. Además, en el este chaqueño, las napas han bajado considerablemente, lo que ha complicado aún más el acceso al agua potable.
“La provincia del Chaco está muy comprometida, se hace cada vez más difícil e inviable poder mover la hacienda. No hay dónde ir y si uno tiene que irse más lejos, eso significa costos e impuestos muy altos que pagar, para poder salir de la provincia”.
El traslado de ganado fuera de las provincias afectadas también se ha vuelto cada vez más difícil. Los costos de transporte y los impuestos para mover la hacienda se han incrementado significativamente, haciendo casi inviable cualquier intento de salvaguardar los animales. En este contexto, la solicitud de declaración de emergencia por parte de los productores no ha sido suficiente para aliviar la situación.
Las expectativas de lluvia para abril, aunque son necesarias, podrían traer más complicaciones. Dansey advirtió que, si las precipitaciones son excesivas, el pasto que aún queda, podría pudrirse afectando aún más la alimentación del ganado.
La situación en Formosa, especialmente en el oeste de la provincia, es aún más grave, según el director del Distrito 9 Chaco-Formosa de la SRA “No se puede cuantificar el daño, porque cada día la situación empeora”, señaló, reflejando la creciente angustia de los productores de la región.
Fuente: Infobae