En San Isidro, mataron al histórico futbolista de Chaco For Ever, Carlos Sandoval
Hubo un enfrentamiento entre dos grupos de delincuentes.
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Venganza en San Isidro. Sicarios mataron por error a ex jugador de Chaco For Ever tras el asesinato de un miembro de la “Banda del Millón”.
Carlos Roberto Sandoval fue baleado en la periferia de la Villa La Cava, a pocos metros de la escena del crimen de Martín Gaitano, quien estaba prófugo por el crimen de un empresario. Hay cinco detenidos, entre ellos el supuesto tirador.
Sandoval fue baleado desde un Peugeot 208. Los disparos, se cree, no eran para él: durante el ataque, un joven de 18 años recibió un tiro en la pierna derecha y se encuentra internado, en estado estable. La hipótesis es evidente: una venganza por Gaitano cometida por miembros de su propia banda.
Por el crimen del jubilado, la Departamental San Isidro de la Policía Bonaerense arrestó a cinco sospechosos, entre ellos, el presunto tirador. El Peugeot 208, que fue hallado a cinco cuadras del hecho, era el auto en el que se movía Gaitano.
El lunes último, el joven de 19 años recibió un tiro en la cabeza a metros de la esquina de América e Intendente Neyer, en la periferia de la villa La Cava. Murió, literalmente, con una pistola en la cintura. Su identidad se conoció luego de que llegara muerto al Hospital de San Isidro, así como la marca de la Justicia que pesaba sobre su cabeza: Gaitano estaba prófugo por el crimen de De Marco, asesinado en marzo pasado.
La mayoría de los integrantes de la banda, menores de edad, ya están presos en una investigación a cargo del fiscal Patricio Ferrari y la Superintendencia AMBA Norte I de la Policía Bonaerense, a cargo del comisario mayor Lucas Borge.
La exhibición del lujo era su marca. Se mostraban en Instagram con los fajos de dólares que robaban a bordo de autos BMW, sus vehículos de fuga preferidos, en brindis con botellas de Dom Perignon: su jefe cayó en una disco de Pacheco mientras compraba un champagne.
Además, están acusados de robarle a Baby Etchecopar, al hermano del intendente Ramón Lanús y a un jubilado de Acassuso de 86 años al que torturaron durante horas por un botín de 220 mil dólares. Varios de ellos cayeron mientras compraban ropa en un conocido shopping en la primavera pasada.
El dolor por la muerte de Sandoval
Familiares del hombre asesinado en San Isidro tras quedar en medio de un ajuste de cuentas entre bandas armadas decidieron romper el silencio ante Crónica.
Diego, sobrino de Carlos Sandoval, de 71 años, quien ayer perdió la vida inocentemente en un enfrentamiento entre dos grupos de delincuentes en el barrio La Cava, transmitió el dolor de toda la familia y remarcó la inseguridad que se vive en el barrio. «Los tiroteos son moneda corriente y se incrementaron en los últimos días y en cualquier horario», aseguró.
En un principio el episodio fue confuso y se creyó que un sicario asesinó de manera confusa a Sandoval. Sin embargo, la familia aclaró que no fue así. «Los asesinos andaban en banda y ya habían amenazado que iban a matar a muchas personas de la cuadra. Le tocó a mi tío, pero podía haber sido para cualquiera».
Sobre lo sucedido en las últimas horas del miércoles agregó que su tío, conocido como Cuchi en el barrio, encontró la muerte de manera injusta. «Él todas las tardes se sentaba en la vereda de su casa y hablaba con los vecinos que pasaban. Era muy querido. Siempre tenía una palabra de aliento. Tuvo la mala suerte de que cuando se dirigía al almacén quedó en el medio del tiroteo». «Los delincuentes habían advertido que iban a matar a todos. Mi tío recibió un tiro en la cabeza, pero le podría haber pasado a una mujer, a un chico, a mí…», agregó. A su vez, quiso desmentir una versión que circuló en los medios de manera errónea: «Ni Cuchi, ni ningún miembro de nuestra familia tenía conexión con estos delincuentes. No los conocemos».
Cuando ocurrió el sangriento desenlace, su esposa, Ignacia Aguirre, se descompensó y tuvo que ser atendida de urgencia en el Hospital de San Isidro. La mujer ya recibió el alta y esperan que desde la morgue judicial entreguen el cuerpo de su marido para poder darle el último adiós.
Carlos era oriundo de la provincia del Chaco, era padre de cuatro hijos y fue jugador del club Chaco For Ever. Durante sus últimos 20 años trabajó en el colegio parroquial Santo Domingo Savio.
Por el crimen, la Departamental San Isidro de la Policía Bonaerense arrestó a cinco sospechosos, entre ellos, el presunto tirador. El Peugeot 208, de donde provinieron los tiros, fue hallado a cinco cuadras del hecho. Sobre esto, los familiares aseguran que «los disparos no sólo fueron desde el auto, sino también desde una moto».
Vecinos, familiares y amigos marchaban ayer a la tarde hacia la comisaría de La Cava en pedido de justicia y la finalización de lo que ellos llaman «zona liberada».
El principal acusado es Martín Alejandro Roldán, alias “Bebu”, de 26 años, quien tenía las llaves del Peugeot al momento de ser arrestado. Los relatos de testigos recolectados por la Bonaerense fueron clave para detenerlo. Entre los detenidos hay dos menores de edad, de 17 años.
La causa por el crimen de Sandoval, tal como la de Gaitano, está a cargo de la fiscal Asprella, bajo la calificación de homicidio, lesiones y abuso de arma.
Fuente: Crónica / Infobae