Se cumplen 13 años del Apagón-Papelón del partido Argentina-Brasil
Para Capitanich se trató de un SABOTAJE

4 de octubre de 2012 (hace 13 años) — Lo que debía ser una noche histórica del fútbol terminó siendo una noche histórica… para la vergüenza. El Superclásico de las Américas entre Argentina y Brasil, programado para brillar en el flamante Estadio Centenario de Resistencia, se convirtió en un apagón épico. Y en el centro de ese bochorno estaba él: Jorge Milton Capitanich, gobernador de la provincia y, para colmo, presidente honorario del club dueño del estadio.
Lo que prometía ser una noche de luces, banderas y fútbol terminó sumido en sombras. Cuando faltaban minutos para el pitazo inicial, las luminarias se apagaron. Literalmente. Y con ellas, la credibilidad de la gestión chaqueña.
Para los kirchneristas, la Culpa siempre tiene «el otro»
El Gobernador salió a dar explicaciones: “Se pinchó un cable”, dijo. Un argumento que más parecía un chiste de mal stand-up político que una respuesta seria. Ese “pinchazo” dejó a miles de hinchas sin partido, a los brasileños irritados y a Capitanich en el centro del escarnio mediático. Lo llamaron “el gobernador del apagón”, y el mote se quedó pegado como una mancha de aceite en la gestión.
UN GRAN FABULADOR: del «Sabotaje» a la «operación de la SIDE» para que no llegue a la presidencia
En los días posteriores, el presidente del club «Coqui» mezcló disculpas con hipótesis raras: habló de sabotaje y de “caso aislado”. Pero la opinión pública y los medios no perdonaron. Para la prensa, fue un papelón logístico. En Brasil, las redes se llenaron de memes burlones. En Chaco, el episodio pasó a ser sinónimo de improvisación y mala gestión.
Sobre su salida esa noche no hay registro oficial, pero los rumores crecieron: algunos dicen que se retiró por una puerta lateral para esquivar las preguntas; otros que lo hizo “con la cola entre las piernas”. Lo cierto es que esa noche quedó grabada como una de las peores gestiones deportivas de la historia provincial, y Capitanich quedó marcado como el protagonista de un apagón que pasó de técnico a símbolo político.
Recientemente, en un programa de streaming, aseguró sin ruborizarse, que el asesinato y desaparición de Cecilia fue una operación de la SIDE para impedir que llegue a la presidencia de la República Argentina.
Se cumplen 13 años de aquel apagón-papelón. Una fecha que en la memoria colectiva revive risas, críticas y burlas en redes sociales. El día en que Jorge Capitanich prometía encender la llama del progreso y terminó dejando a Resistencia… a oscuras.